La Danza Sagrada ha sido considerada como una materia principal de estudio en todas las escuelas esotéricas del Este, tanto en tiempos remotos como actualmente, preservando su profundo significado religioso y científico en su sentido real. Los movimientos que las componen tienen un doble propósito; expresan y contienen cierto conocimiento, una dimensión desconocida que revela lo que está oculto para el hombre ordinario y, a la vez, sirven de método para obtener un estado armónico del ser. Las combinaciones de estos movimientos expresan diferentes sensaciones, producen varios grados de concentración de pensamiento, crean esfuerzos necesarios en diferentes funciones y muestran las posibilidades de la fuerza individual.